Sharpening of circular blade 362A35
El afilado de las cuchillas
Hay que tener mucho cuidado de no hacer dientes sobre el filo de la cuchillas. Los dientes están causados, sobre todo, por clavos y grapas de varios tipos, especialmente cuando se reciclan los recortes.
¿Cada cuánto tiempo es necesario afilar las cuchillas? No existe una respuesta precisa, sino que depende de la cantidad de trabajo realizado y del tipo de madera que se emplea normalmente. Se puede decir que un enmarcador medio tendría que afilar las cuchillas cada 3 o 4 meses; Pero si nos damos cuenta de que se han formado dientes, hay que afilarlas en seguida. Las irregularidades del filo de corte se notan sobre la madera cortada: las rayas verticales sobre la superficie de corte indican que la cuchilla necesita un afilado. Una cuchilla recién afilada, en cambio, deja una superficie perfectamente lisa. Hemos visto que con cada afilado se pierde casi 1 mm. de cuchilla, por lo que llega un momento en que resulta demasiado pequeña y ya no es utilizable: esto sucede cuando la anchura se reduce a unos 5 cm.
El afilado siempre se hace por parejas, si no, una cuchilla quedaría más estrecha que la otra. Lo mejor sería disponer de un par de cuchillas de repuesto, para no quedarse sin mientras se hacen afilar. Las dos cuchillas que forman el par han de permanecer "juntas hasta la muerte". Para evitar que los pares se mezclen accidentalmente, hay que guardarlos en cajas separadas.
La sustitución de las cuchillas
Para desmontar las cuchillas es suficiente desenroscar las tuercas que las fijan al cabezal. Para hacer esto es necesario colocar el cabezal en la posición más alta posible. Si aun así no es suficiente, se puede obtener mayor espacio apartando las dos protecciones de plástico (haciéndolas girar sobre el eje). Las tuercas se desenroscan con la misma llave hexagonal utilizada para regular la altura del cabezal de corte. Hay que tener cuidado al manejar las cuchillas con las manos descubiertas, porque son muy cortantes: lo más aconsejable es usar un par de guantes de trabajo. Las tuercas se guardan en lugar seguro para volver a utilizarlas al montar las cuchillas ya afiladas.
El montaje de las cuchillas es más laborioso. Se aplican al cabezal con dos tuercas por cuchilla, sin colocar la central. En esta fase no hay que apretar fuertemente las tuercas. Los foros son ligeramente más anchos para permitir un cierto movimiento. Las cuchillas se colocan cuidando estos detalles:
• deben coincidir en la punta sin dejar intersticios;
• la punta de una cuchilla no debe sobrepasar la punta de la otra;
• el filo de corte de ambas cuchillas tiene que estar al mismo nivel. En la parte superior puede verificarse una eventual desigualdad de anchura.
Las tuercas se aprietan a medida que las cuchillas se van colocando en la posición adecuada y sólo al final se fijan con fuerza, cuando las cuchillas ya han alcanzado su posición definitiva. Para terminar, también se introducen las tuercas del orificio central.
Hay otro sistema para sustituir las cuchillas, y es el siguiente: se desmonta una sola cuchilla y se sustituye con la afilada, alineándola perfectamente con la otra. Se aprietan las tuercas, pero no excesivamente. Después se efectúa la misma operación con la otra cuchilla. Cuando las dos están perfectamente colocadas, las tuercas se giran al máximo.
Al terminar de sustituir las cuchillas, hay que comprobar que no rocen las guías de las barritas pero que no haya espacio vacío entre éstas y las cuchillas. Si se verifica uno de los dos inconvenientes, es necesario aflojar las tuercas que sujetan las guías y fijarlas en la posición más adecuada. Esto se consigue probando, levantando y bajando repetidamente el cabezal de corte; cuando se encuentra el punto ideal, se aprietan de nuevo las tuercas.